lunes, 11 de mayo de 2009

El palmípedo que hizo su suerte en un vuelo


Y he aquí otra noticia aparecida hace unos años en el diario La Nación, que, aunque no es tan novedosa como la de Jordi Hurtado, podría seguir de rabiosa actualidad:


La Nación, 16 de diciembre de 1931


VARSOVIA- Durante la hora del almuerzo en un aeródromo de esta ciudad, uno de los pilotos contó a sus compañeros que había subido en su aparato con una gallina, la cual arrojó al espacio desde una altura determinada. El animal cayó a plomo, destrozándose contra el suelo.

Comentado el caso, otro aviador dijo que, si en vez de una gallina hubiese sido un ganso, hubiese logrado volar. Surgieron opiniones contrarias y se formalizaron varias apuestas, dirigiéndose, acto seguido, a un mercado los aviadores, donde adquirieron, al azar, un ganso, el cual subió a su aeroplano el mantenedor de la apuesta. Cuando se encontraba a 600 metros de altura soltó al ave. El animal cayó como una piedra, pero, poco después, abrió las alas, comenzó a planear y, después de volar sobre el restaurante "Niespodzianka" - ¡heroico alarde! - terminó de posarse sobre una de las casetas del aeródromo. Los ganadores de la apuesta indultaron al ganso de la pena de arroz a que estaba previamente condenado y le convirtieron en su mascota. Le han ceñido al cuello un collar con los colores del uniforme de aviación, le han colgado unas gafas sobre el pico y le han rodeado una pata con un anillo de metal, en el que inscriben todas las hazañas de que es protagonista. Porque los arriesgados vuelos del animal se repiten con frecuencia... que hace presentir el "foie-gras"...
Dedicado a todas las abuelas que guardan tesoros en los armarios.