Ahora que paso más tiempo en casa, me doy cuenta de la cantidad de llamadas que recibimos al día de diferentes empresas intentando vender la oferta de turno. Que si telefónica o similares, compañías de seguros, la cruz roja que te quiere fichar, y así una media de tres llamadas al día. Con suerte, a una de esas empresas les has dado tú tus datos voluntariamente, las demás los han conseguido por arte de magia. Está muy bien lo de la protecció
n de datos y tal.
Suponiendo que de verdad tuvieran algo interesante que ofrecer, el método resulta poco eficaz ya que la sobresaturación de llamadas, anuncios y propaganda en los buzones, hace que la mayoría nos pongamos bordes y les colguemos sin llegar a saber siquiera de dónde llamaban.
Lo bueno es que de ahí salen muchísimas anécdotas y hay quien aprovecha la ocasión para desplegar todo su ingenio.
Se me ocurre ahora mismo una de JdP, que le intentó vender un coche a una chica que le ofrecía una estupenda conexión a internet, argumentando que si ella llamaba a su casa para hacerle una oferta, por qué no iba a poder él hacer lo mismo. Y así estuvieron un rato, comentando las ventajas de cambiarse a la velocidad del cable en un ford fiesta rojo.
A mí me llamaron un día preguntando por el hombre de la casa, a lo que yo contesté: “En esta casa no hay hombre”. La incauta insistió: “Oh, bueno, me refiero al cabeza de familia, a quien lleva la casa...” “En esta casa somos una democracia”, contesté yo con recochineo. Fin de la conversación.
Otras veces te piden que les expliques por qué no estás interesado en contratar lo que ellos te ofrecen, si de verdad de la buena es lo mejorcito del mercado. Una buena respuesta made in JmB es: “Reticencia al cambio”. Ante eso, no hay más que discutir.
Son también muy entretenidas las cartas personalizadas, invitándote a la inauguración de tal tienda. Un ejemplo de esto, es un documento que tengo el honor de custodiar desde hace unos meses, y que procedo a plagiar. Se trata de la carta de una peletería y lo que JmB tuvo a bien contestar.
New York a 3 de Noviembre de 1992
Muy Sr. Nuestro:
Nos dirijimos a usted para invitarle a nuestro establecimiento de Alta Peletería en el número 280 de la Séptima Avenida, segundo piso, en la ciudad de Nueva York donde le ofrecemos nuestra colección 92-93, esperando sea de su gusto.
Contamos con una amplia gama de pieles confeccionadas artesanalmente, por nosotros, con diseños exclusivos.
Al mismo tiempo, le informamos que dada la acogida que hasta ahora hemos tenido en España vamos a empezar una nueva etapa de G's Furs en Madrid, cuya fecha de apertura le será comunicada en breve.
Deseando verle pronto por nuestro establecimiento, reciba un cordial saludo.
Oviedo, 22.11.92
Estimados Señores.
He recibido su amable invitación para visitar su establecimiento en Nueva York, pero desgraciadamente no me coge de paso. Sin embargo, después de largas, detenidas y filosóficas cavilaciones, dada la situación de mis pesetas y los recortes tan de moda últimamente, entre otras muchas razones que sería prolijo exponer, he decidido continuar con mis chaquetas de punto inglés, que también abrigan.
Pueden por tanto obviar la invitación para su etapa madrileña, en la que les deseo el mayor de los éxitos.
Agradeciéndoles su atención con una sonrisa,
Atentamente,