lunes, 4 de febrero de 2008

Ring, ring

Ahora que paso más tiempo en casa, me doy cuenta de la cantidad de llamadas que recibimos al día de diferentes empresas intentando vender la oferta de turno. Que si telefónica o similares, compañías de seguros, la cruz roja que te quiere fichar, y así una media de tres llamadas al día. Con suerte, a una de esas empresas les has dado tú tus datos voluntariamente, las demás los han conseguido por arte de magia. Está muy bien lo de la protección de datos y tal.
Suponiendo que de verdad tuvieran algo interesante que ofrecer, el método resulta poco eficaz ya que la sobresaturación de llamadas, anuncios y propaganda en los buzones, hace que la mayoría nos pongamos bordes y les colguemos sin llegar a saber siquiera de dónde llamaban.
Lo bueno es que de ahí salen muchísimas anécdotas y hay quien aprovecha la ocasión para desplegar todo su ingenio.

Se me ocurre ahora mismo una de JdP, que le intentó vender un coche a una chica que le ofrecía una estupenda conexión a internet, argumentando que si ella llamaba a su casa para hacerle una oferta, por qué no iba a poder él hacer lo mismo. Y así estuvieron un rato, comentando las ventajas de cambiarse a la velocidad del cable en un ford fiesta rojo.
A mí me llamaron un día preguntando por el hombre de la casa, a lo que yo contesté: “En esta casa no hay hombre”. La incauta insistió: “Oh, bueno, me refiero al cabeza de familia, a quien lleva la casa...” “En esta casa somos una democracia”, contesté yo con recochineo. Fin de la conversación.
Otras veces te piden que les expliques por qué no estás interesado en contratar lo que ellos te ofrecen, si de verdad de la buena es lo mejorcito del mercado. Una buena respuesta made in JmB es: “Reticencia al cambio”. Ante eso, no hay más que discutir.

Son también muy entretenidas las cartas personalizadas, invitándote a la inauguración de tal tienda. Un ejemplo de esto, es un documento que tengo el honor de custodiar desde hace unos meses, y que procedo a plagiar. Se trata de la carta de una peletería y lo que JmB tuvo a bien contestar.




New York a 3 de Noviembre de 1992

Muy Sr. Nuestro:

Nos dirijimos a usted para invitarle a nuestro establecimiento de Alta Peletería en el número 280 de la Séptima Avenida, segundo piso, en la ciudad de Nueva York donde le ofrecemos nuestra colección 92-93, esperando sea de su gusto.

Contamos con una amplia gama de pieles confeccionadas artesanalmente, por nosotros, con diseños exclusivos.

Al mismo tiempo, le informamos que dada la acogida que hasta ahora hemos tenido en España vamos a empezar una nueva etapa de G's Furs en Madrid, cuya fecha de apertura le será comunicada en breve.

Deseando verle pronto por nuestro establecimiento, reciba un cordial saludo.



Oviedo, 22.11.92

Estimados Señores.
He recibido su amable invitación para visitar su establecimiento en Nueva York, pero desgraciadamente no me coge de paso. Sin embargo, después de largas, detenidas y filosóficas cavilaciones, dada la situación de mis pesetas y los recortes tan de moda últimamente, entre otras muchas razones que sería prolijo exponer, he decidido continuar con mis chaquetas de punto inglés, que también abrigan.
Pueden por tanto obviar la invitación para su etapa madrileña, en la que les deseo el mayor de los éxitos.
Agradeciéndoles su atención con una sonrisa,
Atentamente,

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaj, hola carmencita, asi que tu tambien te has subido al tren de los blogs eh?? pues mira, me parece muy bien, asi entre paciente y paciente, o mientras intento buscar que significa una palabra rara finesa me animo un poco con tus palabras. Un besazo desde el polo norte :)

Esaque dijo...

Chapó JmB, qué maestro del marketing directo de categoría.
Este post, me parece todo un acierto. Lo leo y lo vuelvo a leer y no me candso de reír.

Anónimo dijo...

No hace mucho que me convertí por la fuerza en amante de casa y fue entós que descubrí ese filón del telecoñazo.

Ahora comprendo la afición de mi papá, que cuando le llaman de telefónica preguntando por doña B.R. contesta siempre: "está muerta" con voz de agravio. Yo a lo del señor de la casa respondo con toda naturalidad "sí, soy yo" y a veces se zanja ahí el tema, otros insisten en que quieren hablar con J.A.V.B. "¿No se encuentra en casa?" "Sí, pero aquí vivo yo", los hay que se adaptan a lo que les caiga.

Hace poco me llamaban desde no sé qué empresa encargada de elaborar un informe para el Principado acerca de la intención de voto y tras tres preguntas (que contesté encantada de hablar con alguien) me dijeron que la almohada cervical de no sé que supermaterial y la de mi madre la podía escoger en tal o cuál tamaño y que pasarían a repartir por la zona Occidente tal día, total sólo por 3€, me pedían mi dirección. Ahí me vencieron, sólo acerté a decir: "no, es que no voy a estar".

Son de otro pelaje, les admiro sinceramente.