
Queridos lectores: Lamento profundamente esta larga ausencia. Prometo hacer propósito de enmienda y hablar con vosotros más a menudo.
Hoy quiero comunicar al mundo que día a día voy recopilando méritos para parecerme más a Santa Orosia. Para aquellos que no lo sepáis, esta Santa y Mártir, también Virgen, tuvo el infortunio de ser decapitada. Su triste historia será objeto de otro texto más adelante. De momento sólo decir que yo, si no he conseguido aún separar totalmente mi cabeza de mi cuerpo, estoy logrando un estado de desconexión por lo menos admirable. Los tiempos de tirar los cubiertos a la basura y meter la grapadora en la nevera quedaron atrás y me muevo en unos niveles muy superiores, casi diría que de caótica perfección.
De entre todas mis hazañas hoy voy a relatar dos, ambas relacionada con el váter. Este año la cisterna me ha dado varios disgustos y he tenido que acosar durante semanas a los fontaneros sevillanos hasta que por fin uno de ellos se dignó a venir a robarme. Pasé dos meses de tranquilidad hasta que la cosa empezó a fallar de nuevo: el tirador se iba soltando poco a poco, cada vez más flojo hasta tener que levantar un poco la tapa para poder descargar el agua. Y un día de fuerza y energía, tiré con tanto ímpetu que el asidero salió de su agujero junto con el palo que le acompaña, mi mano lo soltó y cayó al váter, de donde salió por el desagüe arrastrado por la corriente. Pues sí, esto que acabo de relatar no sólo es verídico sino que además, es cierto.
En el día de hoy otro suceso me inspiró para dedicaros estas letras. A las 8:45 llegué cansada y sudorosa de mi clase de flamenco, plataforma genial donde demostrar mi desconexión. Torpe pero limpia, decidí ducharme. Me desvestí y con gran puntería, desde lo lejos tiré mi camiseta al váter en vez de a la bolsa de ropa sucia que tengo a su lado. Sí, en esta ocasión fue puntería, porque allí es donde quería tirarla. ¡Qué disgusto! Y ¿adivináis quién aparece retratado en la camiseta? El ilustre Premio Nobel valdesano Severo Ochoa. ¡Sí! “Mea culpa”. He tirado un Premio Nobel por el retrete.
4 comentarios:
Orosicaaa. Pues yo ya iba a quitarte tus privilegios, acostumbrada a la soledad de la red, pero ante la amenaza de terminar en el inodoro...
¡Qué bueno que volviste!
Sospecho que un mejicanote lo escribiría con "x". Igualmente, en Argentina también te "axmiramos" y nos hace sentir recontentos que hayas vuelto. Tu post es recopado. ¡Te banco a full, Orosia!
Admiradora argentina,
¡no había contado con su astusia!
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