miércoles, 19 de noviembre de 2008

Calzados Buesa

Tras estas semanas de temática zoológica, permitidme, oh lectores, que os lleve de nuevo al incomparable marco del Pirineo Aragonés, inagotable fuente de inspiración.

En esta ocasión quisiera evocar Radio Jaca a principios de los años 50. Esta cadena local de limitadísimo alcance transmitía noticias, concursos, lecturas de obras de teatro y programas de canciones dedicadas. Probablemente hubiera caído en el olvido y yo no estaría ahora escribiendo sobre ella de no ser por sus increíbles cuñas publicitarias, recordadas y recitadas por jacetanos de generaciones posteriores. Veamos un ejemplo:


"Mira, Pascual, qué señora,
tiene aspecto de francesa.
¡Cómo anda, cómo pisa,
si parece una marquesa!”
“No te cueles Saturnino,
esa señora es jaquesa.
Y si camina garbosa
sólo estriba en una cosa
lleva zapatos de Buesa”
“¿De Buesa dices? ¡Caray!
¿Y esa casa dónde está?”
“En la calle Echegaray”
“Allí mi mujer irá”

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja, ya me parecia q siempre llevabas zapatos horteras....

eran de Calzados Buesa!!!
Vaya sorpresa!!

Enrique dijo...

Magnífico.

Realmente dan ganas de hecerse con un par, pero yo le soy fiel a Camper. Probablemente el único objeto de mi vida cotidiana para el que una marca pese tanto en una decisión de compra...

Muerte al consumismo!! [pero con los pies camperizados!!]

:P

Esaque dijo...

Lo escribísteis Orosia y tú, ¿verdad?

Anónimo dijo...

Creo que faltan los dos primeros versos que eran algo así " Mira, Pascual, qué señora / tiene aspecto de francesa ". De todas maneras, investigaremos para que semejante ejemplo anticipatorio de la propaganda personalizada no caiga en el olvido, efectivamente. Y antes que los Camper existieron los Gorila: con ellos se regalaba una pelotita un día de la semana que creo eran los jueves. Y siento volver a la zoología pero, oh Orosia, comprenderás que entre un conejito y un gorila es imposible la duda ...

Anónimo dijo...

A veces piensas que, con según que cosas, ya no hay lugar para la sorpresa. Y entonces, catapún! El día menos pensado, descubres algo, que igual es una tontería, pero que te consigue emocionar. Se te instala en la cara una sonrisa boba que te dura el resto del día.
Nos vemos en breve!