domingo, 12 de abril de 2009

Cómo conquistar a un suizo


De todos es sabido que la mejor manera de entablar conversación con un extranjero es hacerle una demostración de todo lo que sabemos de su cultura y su idioma. Así los ingleses nos regalan cada verano sus "chica bonita", "¡cerveza, fiesta!".

Que conoces a un americano, pues Yes we can, porque estamos a la última. Que conoces a un francés, oh la lá! Resulta que te has confundido y es belga, ¡oh, como Hércules Poirot! Y así podríamos seguir hasta mañana.

La técnica de Orosia para ligar con los holandeses es algo más elaborada. Un buen comienzo, según ella, sería preguntarle: "Are you a real dutch?" (eso de empezar en inglés ya da una idea de que no vamos a poder impresionarle con nuestro conocimiento del idioma, así que probemos con los usos y costumbres de la zona) "How come you are not wearing Klompen? (¿eres holandés de verdad? ¿cómo es que no llevas zuecos?)

Gracias a estas enseñanzas de mihermanalamayor trabé amistad con un estudiante de Erasmus que cayó a mi lado en clase de traumatología, qué romántico. Aprendí varias cosas gracias a Paul (por cierto, qué alto era): lo primero, que es posible montar en bici con zuecos, pero no recomendable. Lo segundo, que los médicos holandeses son todos unos asesinos. Bueno, esto en realidad es la opinión no contrastada de mi profesor de ética de la facultad. Nos explicaba que en Holanda es legal hacer la eutanasia, y que por eso, a partir de determinada edad, los holandeses preferían ingresar en hospitales de otros países para asegurarse una supervivencia más larga. Paul no estaba del todo de acuerdo con estas afirmaciones.

Pero, ¿cómo conquistar a un suizo? Las intrépidas Ofelia y Error decidieron averiguarlo en un concierto country en la Sala Savoy (Gijón).
El primer problema al que se enfrentaron fue el idioma. ¿En qué hablaría ese suizo? Fácil solución, le abordarían en inglés.
El segundo, ¿de qué hablas con un suizo? ¿Y con uno que forma parte de un grupo country?
Con más ímpetu que estrategia, Ofelia y Error se acercaron a su víctima.
- Nos está gustando mucho el concierto – mintió Error.
- Sí, sí – confirmó Ofelia.
(Primer silencio embarazoso)
- ¿De qué parte de Suiza sois? – preguntó Error con fingido interés
(Varios intercambios de frases incoherentes hasta llegar a la conclusión de que eran de Berna)
- ¡Oh! – exclama Ofelia, haciendo una gran aportación a la conversación – Yo estuve en Berna, quería ver los osos pero no pude porque estaban escondidos.
(Segundo silencio embarazoso)
- ¡Oh! – añade Error – Yo también estuve en Berna. Compramos los bombones de chocolate más caros que he comido nunca.
(Tercero)
- Estaban muy ricos, los bombones, ¡pero qué caros eran!
(En inglés en el original)
Por alguna razón que aún no conocemos, el muchacho dio por terminada la conversación huyendo al otro extremo del bar, pero antes nos regaló una pegatina de su grupo, que añadiré a mi colección de pegatinas de grupos de música country suizos. La guardo justo al lado de mi otra colección de postales de iglesias rusas neogóticas.
Qué difícil es conquistar Suiza.

5 comentarios:

Orosia dijo...

Sí, es muy difícil conquistar a un suizo, siempre rodeados de montes y ajenos a lo que pasa a su alrededor. Por eso creo que vuestro intento fue admirable, incluso diría que épico.
Tal vez le hubieráis causado más impresión cantándole algún ooloooreeeeiiiii tirolés.

Para conquistar a un inglés en la playa, es infalible el "no me cuadra el balance" por la proficiencia que demostraréis en el idioma.

¿De dónde era el suizo? ¿Le gustan los bombones?

¿¿Country??

Savoy dijo...

Este fin de semana hay un concierto de un grupo neozelandés que canta corridos mejicanos. No os lo podéis perder.

Alemanote dijo...

Mi banda de música y yo estaríamos encantados de que nos conquistaráis y os agasajaríamos con todo nuestro repertorio de marchas militares.

Enrique dijo...

Interesante cuando menos.

Yo debo confesar que aunque me repatea el higado que alguien me aborde para mostrarme cómo no se ha enterado de nada en un lugar o tema que a mí me concierna, o me aburra contándome con maravillosa plenitud de detalles lo que ya sé de la ciudad en lo que viví durante 20 años, debo confesar que a la mínima posible yo hago lo mismo :D ¿por qué lo encontramos plancentero? Habrá que meditar sobre ello.

PD: miento mas que hablo, todo el comienzo es falso: la mejor crónica de las fallas que he oído en mi vida, y que me ha hecho plantearme por única vez asistir a tal evento, fue narrada por una Bosnia residente en Eslovenia. Quizás tenga algo que ver el hecho de que no sea valenciano :D

clara (al sol) dijo...

Sri Lanka, Nueva Zelanda, Suiza... No hace falta irse tan lejos para conquistar a gentes exóticas.

Yo misma, un verano emprendí una expedición a un lugar que se caracteriza porq sus viviendas típicas son cuevas, Purullena. Y una vez allí, mientras disfrutaba del folcklore alcohólico de sus fiestas, conocí a una nativa del pueblo de al lado... Y la verdad es que no recuerdo haberle hablado de lo frescas que resultan sus cuevas en pleno agosto, ni de lo rica que está la cerveza en sus casetas de feria. Lo que sí que recuerdo es haber seguido la que parecía la costumbre local, y acabar enrollándome con ella en el descampado aledaño.

Ahora que en estos tiempos de crisis ando buscando trabajo donde sea, quién sabe si no acabaré en su pueblo y me reencontraré con ella. Si es así, espero que no sea al otro lado de la mesa de mi consulta....